12 febrero, 2015

Vidas pasadas

Subo al colectivo. Parada. Agarrada como puedo de los caños, los asientos, la gente. Frenadas, arranques, semáforos y pisotones "sin querer". Se vacía un asiento. Me abalanzo sobre él. Cuando me siento miro en la dirección desde donde había estado segundos antes y un pibe me mira con cara de "me cagó el lugar". Lindo pibe. De repente me entran unas ganas irrefrenables de hablarle. Preguntarle algo, saludarlo, no se. Recuerdo cosas que leí acerca de las primeras intuiciones. Soy tímida, no me iba a parar y hacer caso a mi intuición. Algo que tengo que trabajar...

Pasan las paradas, las calles, los minutos y él se daba vuelta, una, dos, miles de veces a mirarme. Ya está! Tengo que hablarle. Intercambiamos miradas. Nuestros ojos en la misma linea. Pero su actitud es dura, fuerte ¿que le habré echo en otra vida?. Tengo que charlar con él.

Unas paradas mas, baja gente. Justo el pasajero que estaba sentado a mi lado. Se sienta él. Cerquita. Su brazo me rozaba, al igual que su pierna.

Le digo. No me salen las palabras. Le digo. Un nudo en la garganta. Estornuda. -Salud! -Gracias!-mirándome.

Ya fue. -Disculpá, ya llega mi parada, pero desde que te vi que tengo la necesidad de hablarte y no se porque. Usas facebook? -Si - Queres agregarme? - Dale - Maia Monina - Ya lo anoto- Saca su cel, abre una nota, escribe maia -Monina? - Si, Monina... tu nombre? - Leo - Bueno Leo, nos vemos! - Y me bajé. No me agregó. Creo que me tiene bronca. Algo nos hicimos en algún otro ayer...

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