20 enero, 2010

otra vez

No puedo contenerlo, no quiero guardarlo mas, es hora de gritarlo a los cuatro vientos, que todos sepan lo que hacemos luego de que la ultima oscuridad nos absorbe.

Que se enteren de la pasión.
Del sudor.
De las horas.
De las caricias.
De la falta de aire.
De la necesidad mutua.
De los besos compartidos.
De los amaneceres enredados.

De lo que somos vos y yo, mas allá de todos, sin poder evitarlo, desde hace mucho tiempo.

Pero el secreto, la huida, el esconderse...TIENE LO SUYO...



12 enero, 2010

La noche que te conocí

La lluvia me hizo recordarte
tranquilo
despreocupado
desconocido...

Por un segundo experimenté la sensación de su caída en mi rostro
con el aroma de la comida asada en el improvisado fuego
el gusto rasposo en la boca
y la gente que rodeaba la noche.

Recordé la textura de la lana que rodeaba mi espalda y cuello,
el motivo de conversación,
el frío del diapasón en mi oreja,
el sonido que une.

Luego, como cronológicamente vino a la mente
el maravilloso Pedro, el canto, los tambores, las carreras, quedarme, irme.

Solo viendo caer esa hermosa lluvia...

10 enero, 2010

las ganas

La puta melancolía juega en contra la noche de espera, de lluviosa espera...

La novia que llora la distancia a pesar del crecimiento que ello merece, la desesperada que busca amor en los zócalos de la dignidad, la trola que se rehúsa a cometer el mismo error...

Metidos en sus pensamientos corren en círculos para buscar alivio, sin encontrar en ninguna parte consuelo a su intenso malestar.

En ese sentido el sufrimiento aprovecha la situación, metiendo en sus cabezas dosis altas de pecado, teorías oscuras y deseos profanos.

Así, la novia ulcera su organismo con todo aquello que pueda ingresar en sus fluidos; la desesperada remata su orgullo al peor postor; la trola vuelve a brazos extraños, cargados de pasión.

"Te quiero conmigo", se llegó a escuchar en alguna cabecita...la noche pasa nuevamente y ese deseo se oculta, junto a la razón.